II - NUEVO MODERNISMO: BARTHISMO; NEO-ORTODOXIA
 
(Segunda Parte de "Qu� es el Modernismo")
 
por Armando Di Pardo

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      INDICE       ����������� �����������        �����������

  1)      Algunas prevenciones ������ ������������ ������������ ������������

 2) Teolog�a dial�ctica - Neo-Ortodoxia     ������������������ ������

         a) En cuanto a la Biblia            ����������������������� ����������������������� ������    

         b) En cuanto o la Trinidad��������                                                       

         c)  Su diablo

Antiguo Modernismo: Racionalismo (v�nculo a  laprimera parte de "Que es el Modenismo")

 

l) Algunas prevenciones de la Palabra de Dios.

 �Y guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas mas de dentro son lobos rapaces�. (Mt. 7:15).

�HE AQU� OS LO HE DICHO ANTES�. (Mt. 24:25).

 

Estas son palabras del Se�or Jesucristo. Nos previenen con toda antelaci�n del peligro del confusionismo por causa de falsas apariencias Y nos exhortan a penetrar esas apariencias para descubrir el enga�o, pues el mensaje del predicador del error ser� cada vez m�s y m�s dif�cil de discernir por su grande parecido con lo verdadero.

 �Mirad que ninguno os enga�e por filosof�as y vanas sutilezas, seg�n las tradiciones de los hombres, conforme los elementos del mundo, y no seg�n Cristo�. (Col. 2: 8).

 �No os enga�e nadie en ninguna manera; porque no vendr� (el d�a del Se�or) sin que venga antes la apostas�a, y se manifieste el hombre de pecado el hijo de perdici�n, oponi�ndose, y levant�ndose contra todo lo que se llama Dios o que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haci�ndose parecer a Dios�. (2� Ts. 2: 3, 4).

Aqu� es el Esp�ritu Santo por medio de Pablo ap�stol quien nos alerta, revel�ndonos que en los tiempos del fin �precisamente en los que nosotros entendemos hallarnos en nuestros d�as� se pondr� en evidencia una tremenda apostas�a, previa a la manifestaci�n plena del gran anticristo de la Historia. Pero esa APOSTASIA, �apostas�a significa apartamiento� tendr� caracter�sticas muy singulares, pues ser� un total apartamiento de la verdad realizado mediante la h�bil maniobra de un aparente total acercamiento. Como lo expresa el ap�stol: Oponi�ndose y levant�ndose contra todo lo que se llama Dios pero haci�ndose PARECER Dios. Es algo lleno de p�rfidas sutilezas de tipo altamente filos�fico, que no se presentar� con negaciones evidentes sino que, cual el gangrenismo del Siglo I, NEGARA MIENTRAS AFIRMA; SE OPONDRA, PERO POR EL PARECIDO; SERA UN FRAUDE, UNA FALSIFICACION.

 Hermanos: no olvidemos la lecci�n que nos dan los monederos falsos. Mirad: aqu� tengo dos monedas. Supongamos que una de ellas sea falsa y pregunt�monos: �C�mo podr�a circular libremente si saltara a la vista su diferencia con la moneda sana? Es obvio que la mejor manera en que la moneda falsa circule, consistir� en que se parezca tanto a la moneda buena que llegue a confundirse con ella. Y pensad ahora en una falsificaci�n preparada tan h�bilmente que pudiera enga�ar a�n al ojo experto de un banquero y tendr�amos entonces que el falsificador habr� logrado burlar a los mismos peritos en estos asuntos o por as� decirlo: aun a los escogidos. La moneda falsa se opone realmente a la moneda sana pero lo har� tanto m�s, cuanto m�s se le parezca.

 Esta es precisamente la cuesti�n en debate: la Palabra de Dios nos revela �y nosotros creemos lo que revela la Palabra de Dios� que en los postreros tiempos aparecer�n maestros que ense�ar�n falsas doctrinas mediante una dial�ctica tan aproximada o parecida a la verdad que ENGA�ARAN, SI ES POSIBLE, AUN A LOS ESCOGIDOS. Al error se lo confundir� con la verdad al extremo de llegar o llamarse verdad al error y error a la verdad; a las tinieblas se las confundir� con la luz y al diablo, con Dios. Tal el enga�o del �ltimo tiempo. �ALERTA HERMANOS!

 2) Teolog�a �Dial�ctica� o �Trascendental�; o de �la Palabra�; o de �S�ntesis�; o de �Crisis�; Barthismo o �Barthianismo�; �Neo-Ortodoxia�.

 Todos estos t�tulos no son m�s que distintos nombres que ocultan un mismo misterio: �NUEVO MODERNISMO!

 Se trata de la �ltima novedad que nos ofrece Satan�s, maestro en logomaquia, abundando en terminolog�a con vocablos al d�a para disfrazar o encubrir sus muy antiguas y escasas ideas originales, todas igualmente err�neas.

Si se nos pidiera al menos un concepto de esas nominaciones, dir�amos que, por sus modos de raciocinio y expresi�n penetrando los enunciados teol�gicos en una exploraci�n del sentido trascendente de las doctrinas, as� como por su concepto de trascendencia a la vez que irrupci�n de Dios a y en la historia, cabe entend�rsela como Dial�ctica o Trascendental; por su teor�a de lo que entiende por Palabra de Dios, como de la Palabra; por su no adhesi�n a las tesis hist�ricas del Cristianismo tradicional b�blico ni a la ant�tesis de los declaradamente liberales y por su ubicaci�n en el camino del medio, viene a ser de S�ntesis, como si dij�ramos: ni fundamentalistas ni modernistas sino una mezcla de ambos, aunque del fundamentalismo s�lo toma la terminolog�a y del modernismo las explicaciones...; por su teor�a del impacto divino en la experiencia a que han reducido la conversi�n, como de Crisis; por ser su principal expositor el te�logo suizo alem�n Karl Barth, como Barthismo o Barthianismo; y finalmente, por su pretensi�n de ser y poseer una nueva percepci�n de la doctrina recta, se llama Neo-Ortodoxia. Pero no se tome esto como palabra final definitoria, pues esos mismos conceptos pueden entrecruzarse y aun combinarse con muchos otros que nuestra sinopsis no cita, de tipo filos�fico y terminolog�a t�cnica especializada muy fuera del alcance de los humildes, y que ellos ser�an capaces de explayar para deslumbrar a los sencillos, aunque dej�ndolos en ignorancia sobre lo que significan esos distintos modos de llamar las mismas cuestiones.

 

Este NUEVO MODERNISMO ha tenido precursores m�s o menos definidos tanto en el campo de la Filosof�a como en el de la Teolog�a[3], pero su paternidad a trav�s de instrumento humano propiamente dicho, corresponde sin duda a KARL BARTH, profesor en Basilea, Suiza, muy conspicuo desde que publicara su Comentario a la Ep�stola a los Romanos, en el a�o 1918. A prop�sito de esto, diremos que el Dr. Olav Va1en-Sendstad, en su mensaje sobre �QUE ES LA TEOLOGIA MODERNA�, dado en la Conferencia Evang�lica Escandinava el 27 de Octubre de 1955 en Jonkoping (Suecia), nos informa que el tan mentado Comentario consiste sustancialmente en una DISTORSION PANTEISTA EXTREMA, de la Ep�stola.

 Difundido por Europa, el nuevo modernismo pis� los playas de los Estados Unidos de Norteam�rica all� por el a�o 1930. Pas� luego -c�mo no iba a ser as�- a nuestras tierras latinoamericanas y desde hace algunos a�os, est� sonando mucho en los pa�ses del Plata y su zona de influencia, a trav�s de la ense�anza y difusi�n promovida desde las aulas de la Facultad cita en la calle Camacu� 282, Buenos Aires, algunos de cuyos graduados se confiesan abiertamente barthianos o barthistas. Estos �ltimos hechos prueban por s� mismos que el nuevo modernismo busca infiltrarse en todo cuanto signifique ense�anza, desde las c�tedras hasta los p�lpitos, as� como en la literatura corriente o especializada que circula entre cristianos. Todo esto obliga nuestro testimonio p�blico de lo que el Se�or nos ha dado discernir respecto a tales corrientes teol�gicas, pues no se trata de cuestiones que pueden todav�a pasar desapercibidas entre nosotros. Desde hace ya su buen quinquenio, venimos observando que creyentes de distintas denominaciones hablan, comentan y hasta escriben, sobre Karl Barth.

 Para citar un ejemplo, hace un tiempo le�amos en una revista juvenil de nuestro pa�s: �TRIBUNA EVANGELICA�, n�mero Enero-Febrero 1951, un art�culo editorial titulado: EN LA MITAD DEL SIGLO, que entre otras cosas, dec�a:

 

�En lo doctrinario, hemos visto uno de los m�s colosales derrumbes ideol�gicos de la historia con la absoluta muerte del racionalismo y su ahijado el positivismo, aunque subsista a�n en algunas reacciones finales bajo el manto del modernismo. La nueva teolog�a de Barth, Brunner, Heim, etc., es un remozamiento como pocos�.

 

El joven que escribi� ese editorial, h�zose eco de la declaraci�n del Dr. J. A. Mackay, del Seminario Princeton, EE. UU., quien calific� al Barthismo como una nueva Primavera Teol�gica, cuando la verdad es que no se trata sino de la �ltima palabra en cirug�a est�tica de la modernidad antib�blica, pese a lo biblicistas que detentan aparecer. Pero los j�venes y aun los que no lo son ya, pueden ser inducidos al error, al punto de formular --como en el caso que nos ocupa-- juicios demasiado optimistas, tanto para dar por muerto a un racionalismo que realmente goza de buena salud, como para ungir por bueno al Barthianismo que realmente nos enferma.

 La cuesti�n es que la Neo-Ortodoxia retiene en su sistema, si es que tiene o puede adjudic�rsele un sistema, las teor�as de la cr�tica destructiva que niegan a la Biblia su inspiraci�n verbal y plenaria, doctrina �sta tan fundamental que si se desvanece, no existe base cierta para ninguna otra.

 Tomemos a Brunner, por ejemplo. Seg�n se nos ha informado, sus libros han sido traducidos a�n m�s que los del mismo Barth. Pues bien, el Dr. EMIL BRUNNER NO CREE EN LA INSPIRACION DE LA BIBLIA:

 

�La destrucci�n del dogma de la �lnspiraci�n Verbal�, con su �nfasis en un libro infalible, por el proceso moderno de investigaci�n en ciencia natural e hist�rica, inevitablemente se llev� consigo toda fe cristiana en la revelaci�n�. (De su libro �The Mediator�, p�g. 34).

 

�La doctrina ortodoxa de la �Inspiraci�n Verbal� ha sido destruida finalmente�. (�The Mediator�, p�g. 105).

 

�La imagen de nuestros padres originales (Ad�n y Eva) s�lo es una manera vivida de representar una idea abstracta�. (P�g. 144).

 

�La idea de Parthenog�nesis (se refiere a la doctrina de la engendraci�n virginal del Se�or) es tratar de explicar el milagro de la encarnaci�n... esta idea est� conectada con el error biol�gico del mundo antiguo...� (P�g. 325).

 

�Y qu� diremos de la historia de la Pascua y de la tumba vac�a? ... la tumba vac�a... no juega parte alguna en el Nuevo Testamento como fundamento para fe en la resurrecci�n ... Quien sea que asegure que el Nuevo Testamento nos da un relato consistente y definido de la resurrecci�n es o ignorante o inconsciente�. (�The Mediator�, p�g. 576).

 

Como se prueba, hermanos, Brunner lo �nico que ha remozado es al Viejo Modernismo Racionalista. Lo mismo ha hecho Barth, como lo veremos.

 REINHOLD NIEBUHR, otro te�logo neo-ortodoxo de nota en los Estados Unidos, a los relatos b�blicos originales, los llama mitos:

 

�La historia de la ca�da del hombre en el jard�n del Ed�n, es un mito primitivo que la teolog�a moderna ha desaprobado con satisfacci�n por temor a que la cultura moderna pudiera considerar la creencia en ella, como una prueba del oscurantismo de la religi�n.

 

�La idea de la ca�da est� sujeta al error de considerar el mito primitivo del jard�n, la manzana y la serpiente como hist�ricamente ciertas. Pero, aunque no se cometa este error, el pensamiento cristiano todav�a est� tentado a considerar la ca�da como un suceso hist�rico. La ca�da no es hist�rica, no tiene lugar en un hecho concreto humano, es la presuposici�n de tales actos�. (Ver �El Predicador Evang�lico�, n�mero de Octubre-Diciembre 1950, p�g. 181).

 

R.������ BULLTMANN, otro de los te�logos que rodearon a Karl Barth en la primera hora, ha proclamado la necesidad de desmitologizar al propio Nuevo Testamento, intento �ste sumamente avanzado de la hipercr�tica literaria de la Biblia.

KARL BARTH, niega autoridad a la Biblia, como nos lo informa uno de sus propios apologistas de habla castellana, el pastor Manuel Guti�rrez Mar�n, quien en una de sus conferencias dadas en la Facultad de calle Camacu� 282, Buenos Aires, en 1949, publicadas luego bajo el t�tulo general de Dios ha hablado, dijo:

 

�Hasta hoy son enemigos declarados suyos (de Karl �Barth por supuesto) los cat�licos, porque �l les niega el derecho de identificar la autoridad con la Iglesia visible; los �fundamentalistas�, porque no acepta la identificaci�n de la autoridad con la letra de la Biblia; los liberales, porque ven combatida r�gidamente la identificaci�n de la autoridad con la experiencia religiosa; y todos ellos, en fin, porque Barth, ha dicho desde el principio, sigue diciendo y es de esperar que no var�e sus palabras, que la Iglesia visible es una iglesia humana, la Biblia un libro humano, y la experiencia una cosa humana, lo cual significa que todo ello es relativo y que por lo tanto no es divino�. (�Dios ha hablado�, pp. 99, l00).

 

Har�n bien ciertos fundamentalistas rioplatenses que simpatizan con el Barthianismo, en darse por enterados que un propio admirador del nuevo profeta les informe que �ste cree que la Biblia es un libro meramente humano y por lo tanto no identifica la autoridad con la letra de las Escrituras; bien en contra, por cierto, del mismo Se�or Jesucristo quien certific� precisamente la autoridad de la letra de las Escrituras, con SU AUTORIDAD Personal, cada vez que dijo: �ESCRITO ESTA�.

 

Notemos, adem�s, cu�n sugestivo es lo que dice el pastor Guti�rrez Mar�n: ...y es de esperar que no var�e (Barth) sus palabras... �Lo dir� porque conoce bien a Barth? Como otro de sus admiradores afirmara: Lo �nico constate en Barth es que cambia siempre. Viene a colaci�n lo que nos relataran en Ginebra, en el a�o 1950, algunos fieles creyentes que visitaron a Barth para inquirirle sobre ciertas afirmaciones dadas por �l en uno de sus libros que contradec�an las que formulaba en otro de sus libros y luego las de otro... escritos en diferentes �pocas. Al preguntarle cu�l de esas tres aseveraciones era realmente la verdad. Karl Barth les contest�: LAS TRES SON VERDAD (!). Pues, �c�mo es eso?, le inquirieron. Y la respuesta del genio fue la siguiente: VERDAD ES TODO CUANTO UNO CREE (!!!). Tal es una semblanza del hombre que viene conmoviendo el campo teol�gico desde hace ya sus buenos cuarenta a�os. �Cosas de este Siglo XX! 

Es que, para la Neo-Ortodoxia, TODO ES RELATIVO Y HASTA LA MISMA VERDAD HA PERDIDO SU CARACTER DE ABSOLUTO.

 Se repite con Barth y los Barthianos, lo que con aquellos te�logos maridados con la �ciencia�. Cuando esta �ltima rindi� culto a la teor�a de la Evoluci�n, los te�logos modernistas se apresuraron a hacer lo mismo. Y ahora que la �ltima palabra en el vocabulario cient�fico es RELATIVIDAD, los Neo-Modernistas adaptan a ella todas sus doctrinas y aplican la tal relatividad a la misma Verdad y a la propia Palabra de Dios. De esto, surge sola la conclusi�n de que dentro de tal relatividad, cabe cualquier concepto por contradictorio que fuere a cualquier otro concepto ya aceptado y, en �ltimo an�lisis, el error mismo tiene entrada con car�cter de relativo en la llamada TEOLOGIA DE SINTESIS O BARTHISMO.

 Recuerdo mi conversaci�n personal con el Dr. Vissert� Hof, en la sede del Concilio Mundial en Ginebra, Suiza, en Agosto de 1950, cuando ante mi pregunta sobre qu� condiciones requerir�a el Concilio Mundial a la Iglesia Romana para aceptarla como miembro del Concilio, el Dr. Vissert� Hof me contest�: Si deja de proclamar que ella es la �nica Iglesia Cristiana. Con esto bastar�a para que el Concilio Mundial la acepte como miembro. Est� claro que tal declaraci�n puede concebirse y aceptarse mediante el fundamento intelectual del relativismo y de la s�ntesis solamente, pero igualmente claro est� que para un conocedor de las Escrituras, tal declaraci�n resulta insostenible si se la confronta seriamente con la autoridad de la Palabra de Dios y lo que �sta revela en cuanto a qu� es verdaderamente una Iglesia Cristiana. Pero como para Barth y los suyos, la letra de las Escrituras no debe identificarse con la autoridad, todo es posible dentro de la Neo-Ortodoxia o del Barthianismo ya que la autoridad viene a resultar entonces Barl Barth... En otro pasaje de la conversaci�n, declar� mis doctrinas al Dr. Vissert� Hof y luego de escucharme, d�jome: Yo creo como usted. Pero ocurre que yo pertenezco al campo de los llamados fundamentalistas y el Dr. Vissert� Hof al de los Neo-ortodoxos...; �c�mo se explica entonces esta imposibilidad? Pues por lo mismo: por la relatividad y la s�ntesis. Como ya lo hemos citado antes, el Barthiano toma del fundamentalismo cierta terminolog�a y toma del modernismo las explicaciones para esa terminolog�a. Aplica al fundamentalismo y al modernismo el concepto de la relatividad, no todo es mentira en cada campo y no todo es verdad en cada campo; luego une un poco de cada campo en un campo unificado o de s�ntesis y ya est�: puede venir un fundamentalista y el barthiano le dice que cree como �l, pero con la misma frescura dir� lo mismo si viene un modernista...

 Sospecho que ustedes estar�n ya pensando que todo eso antes que verdadero genio es verdadera locura. Y sospecho que ustedes tienen toda la raz�n. Para expresarlo como lo hizo el fiel hermano, Dr. Olav Valen-Sendstand: Tal fen�meno ha dado a ciertas Facultades de Teolog�a, un aire de asilo de locos donde los internados se extienden certificados entre ellos mismos para comprobar su sanidad� (!).

 Y mejor a�n, como lo expresara el Ap�stol de las Gentes:

 

������������������ �Porque est� escrito: destruir� la sabidur�a de los sabios, y desechar� la inteligencia de los entendidos. �Qu� es del sabio?, �qu� del escriba?, �qu� del escudri�ador de este siglo?, �no ha enloquecido Dios la sabidur�a del mundo?� (1� Co. 1:19, 20).

 

Pero alguien quiz� acuse que lo que estamos afirmando proviene de documentacion de segunda mano respecto a Barth y que despu�s de todo para comprender a �ste hay que leerse sus buenos millares de p�ginas... Como todo eso est� mayormente en idioma alem�n, a nosotros no nos incomoda mucho que digamos. Pero, esto s�, debemos estar atentos a lo que se nos sirve en idioma castellano. Por la Gracia de Dios hasta ahora ha sido m�nimo, pero con todo, m�s que suficiente para concretar criterio.

 Aqu� tenemos el libro BOSQUEJO DE DOGMATICA, que contiene una serie de conferencias doctrinales del Profesor Karl Barth (vertidas a nuestro idioma por el pastor Manuel Guti�rrez Mar�n, quien as� lo hizo satisfaciendo una expresa propuesta de Barth en tal sentido. Fu� impreso en la Imprenta Metodista de Buenos Aires, en Marzo de 1954.

 Este libro es una muestra cabal de la Teolog�a Dial�ctica o Trascendental o Neo-Ortodoxia -y lo presento como un exponente del Nuevo Modernismo- que tiene la capacidad de negar impl�cita o subjetivamente muchas verdades, en el mismo texto en que afirma, expl�cita u objetivamente aunque en forma relativa, alguna otra verdad. Y aun, sin expresar verdad alguna, igualmente niega mientras afirma; se opone a la verdad pero pareci�ndose fraudulentamente a ella.

 El examen de algunos pocos asuntos, ser� suficiente para probar lo que afirmamos.

 

a) En cuanto a la Biblia, leemos en la p�gina 28 de �Bosquejo de Dogm�tica�.

 

�Al llamar a la Biblia Palabra de Dios (la llamamos as� porque lo es), nos referimos a la Sagrada Escritura como testimonio de los profetas y ap�stoles, hablando de esa �nica Palabra de Dios, de Jes�s, el hombre de Israel, que es el Cristo de Dios, y nuestro Se�or y Rey por toda la eternidad. Confesando esto y osando llamar a la predicaci�n de la Iglesia la Palabra de Dios, es menester que se entienda por ello la predicaci�n de Jesucristo, de aqu�l, que por nuestro bien, es Dios y hombre verdadero�.

 

Veamos: Barth comienza diciendo que al llamar a la Biblia, Palabra de Dios (la llamamos as� porque lo es)... y con esta afirmaci�n parece atacar al modernismo racionalista que niega que la Biblia es Palabra de Dios y parece apoyar al fundamentalismo que cree precisamente lo que hasta all� afirma Barth. Pero tengamos cuidado con los modos de expresi�n de esta dial�ctica barthista y digamos al autor lo que dec�a un fil�sofo: �Habla, para que te conozca! Y Barth entonces nos dir�:

 

�Nos referimos a la Sagrada Escritura como testimonio de los profetas y ap�stoles hablando de esa �nica Palabra de Dios, de Jes�s...�

 

�Alerta, hermanos! Aqu� hallamos la negaci�n impl�citamente contenida dentro de una afirmaci�n. Aunque es bien cierto que la Biblia es Palabra de Dios por su testimonio de Jesucristo, como dice Barth, tambi�n es Palabra de Dios en todo su contenido referente a Dios, a la Creaci�n, al hombre, a los �ngeles, al mismo Diablo, a la historia de las naciones; y cuando habla de cada asunto de que habla, como dice Pablo:

 

TODA ESCRITURA ES INSPIRADA DIVINAMENTE�. (2� Ti. 3: l6).

 

Pero Barth niega impl�citamente todo ello, al afirmar que la UNICA Palabra de Dios, es Jes�s. N�tese que en el mismo �nfasis dado a Cristo,

Se contiene impl�citamente la negaci�n de la Inspiraci�n Divina Plenaria de las Sagradas Escrituras y de su car�cter propio de Palabra de Dios escrita. Y s� �stas s�lo pueden ser llamadas Palabras de Dios por su testimonio de Jesucristo, se concluye l�gicamente que no pueden ser siquiera llamadas Palabra de Dios cuando hablan de los dem�s asuntos de que hablan.

 Esta teor�a de Barth cabe entera dentro de la teor�a modernista que afirma que la Biblia CONTlENE Palabra de Dios pero NO LO ES plenamente, en todas sus partes. Es la falsa teor�a de Inspiraci�n parcial o relativa, completamente antib�blica.

 Y al agregar Barth que:

 

�Confesando esto y osando llamar a la predicaci�n de la Iglesia la Palabra de Dios, es menester que se entienda por ello la predicaci�n de Jesucristo...�

 

formula una declaraci�n sumamente el�stica, pues cualquier tipo de predicaci�n modernista que use un poco de terminolog�a b�blica acerca de Cristo, a la manera en que estos modernistas saben hacerlo, puede ser llamada �seg�n Barth- Palabra de Dios y conceptuada entonces en igualdad de condiciones que los mismos escritos b�blicos que hablan de Jes�s y aun, n�tese esto, con m�s autoridad que los pasajes b�blicos que no tratan de Jes�s. La conclusi�n no es forzada sino forzosa, pero blasfema.

 Y nadie piense que estamos hilando muy fino, puesto que, hermanos, las sutilezas de Barth requieren realmente un hilado extrafino para discernirlas. Pero a veces, estos neo-modernistas sueltan alguna que otra prenda que los pone en evidencia, sin necesidad de ninguna clase de hilados...

 Tal el caso con el mismo Barth, en la parte que discutimos, pues al referirse los primeros cap�tulos del G�nesis dice:

 

�Lo que puede hacerse constar es que all� hay algunos elementos m�ticos. Pero lo que la BibIia ha hecho de ello no encuentra paralelo en el mito. Si hay empe�o en dar nombre al relato b�blico, o sea, alinearlo en una categor�a, habr� que colocarlo entre las leyendas�. (�Bosquejo de Dogm�tica�, p�g. 79).

 

Esta declaraci6n de Barth prueba cuanto hab�amos deducido anteriormente y constituye, por a�adidura, clara evidencia de que Barth conserva integramente las conclusiones de la cr�tica destructiva, que niega realidad hist�rica a los hechos registrados en el G�nesis y los califica como leyendas, cuentos o folklore.

 Pero nosotros preferimos quedarnos en buena compa��a con el Se�or Jesucristo y con el ap�stol Pablo, quienes cre�an literalmente los registros del G�nesis (Mateo 19: 4-6; Marcos 10: 6-9; 2� Co. 11: 3 y 2� Ti. 2:13, 14) y rechazar el compa�erismo del Profesor Barth y los Neo-ortodoxos, inclu�dos ciertos fundamentalistas... que se averg�enzan de testificar que creen que tambi�n el G�nesis ES PALABRA DE DIOS, por temor a que esos eruditos los califiquen de poco cultos o poco modernos. Se cumple en ellos, la sentencia lapidaria del profeta Jerem�as:

 

�LA PALABRA DE JEHOVA LES ES COSA VERGONZOSA, NO LA AMAN�. (Jer. 6:10).

 

b) El concepto barthista de la Sant�sima Trinidad.

 

En Bosquejo de Dogm�tica, p�gina 64, leemos:

 

�Dios es el mismo, por naturaleza y por toda la eternidad, para nosotros que estamos en este mundo, el solo Dios en tres modos del Ser. El lenguaje de la Iglesia antigua dice que es un Dios en tres personas y dado el concepto de persona que sustentaba la antigua Iglesia, esa frase es indiscutible. En el uso latino y griego �persona� significa exactamente eso que acabo de denominar diciendo �modo de ser�.

 

Hermanos, este concepto incursiona dentro de las sutilezas teol�gicas y su gravedad puede escapar al lector no avisado. Pero examinado detenidamente, resaltar� claramente el error.

 Barth no discute el uso de la palabra persona, sino su modo de interpretarla o entenderla. Desplaza as� tan delicado asunto a una cuesti�n de cr�tica literaria y concluye que persona debe entenderse �nicamente como modo de ser.

 Hacemos notar que esa conclusi�n barthista permite considerar a la Deidad como UNIPERSONAL, aunque afectando TRES MODOS de manifestarse para nosotros que estamos en este mundo; como Padre Creador, como Hijo en la encarnaci�n y redenci�n y como Esp�ritu Santo en la Iglesia. As� ense�aba precisamente SABELLIUS en el Siglo III, su herej�a MODAL o DE LOS MODOS DE SER, cuyo fondo no era Trinitario sino Unitario. Esta herej�a es denominada tambi�n Monarqu�smo o Patripassianismo. Lo que ahora nos dice Barth se aproxima peligrosamente a lo que afirmaba Sabellius, si acaso no es lo mismo; pero en todo caso NO ES UN CLARO CONCEPTO TRINITARIO SINO MAS BIEN UN CONCEPTO DE FONDO UNITARIO.

 Cuando los Cristianos dec�an y dicen Persona en relaci�n con la Sant�sima Trinidad de la Deidad, significan m�s que simple modo de ser. Significan Personalidad completa en S� Misma aunque sumamente superior al concepto de personalidad individual humana, pues esta �ltima es separada de uno a otro individuo, pero en la Deidad est� perfectamente relacionada poseyendo Unidad Esencial y al mismo tiempo Relaci�n. No son por ello tres Dioses como acusan los Unitarios, sino Un Solo Dios Verdadero, pero tampoco son tres modos de ser sino TRES PERSONAS BIEN DEFINIDAS; TRES VOLUNTADES INDIVIDUALES PERO ETERNAMENTE ARMONIOSAS, CADA UNA NO ES LA OTRA AUNQUE SIENTEN ETERNAMENTE LO MISMO.

 Adem�s, dicho sea de paso, la verdadera doctrina b�blica de UN DIOS EN TRES PERSONAS, revela tanto una Trinidad Econ�mica o Dispensacional en relaci�n con nosotros, cuanto una Trinidad Inmanente o Esencial, en relaci�n consigo misma.

 

Pero los neo-modernistas pueden usar las palabras DIOS TRINO y aun estas otras: UN DIOS EN TRES PERSONAS, y conformar a todos, si acaso no se discierne que ellos, con su modo de interpretar Persona, significan algo muy distinto de lo que quieren significar los fieles cuando usan ese t�rmino. Por eso es tan enga�osa la dial�ctica neo-modernista: usa la terminolog�a cristiana con significados diferentes

 Hermanos, tengamos cuidado con aquellos que no sufren la sana doctrina y recordemos con gratitud, el lenguaje de la Iglesia antigua, repitiendo con fe el llamado Credo Atanasiano:

 

�Adoramos, a un s�lo Dios en Trinidad y a la Trinidad en Unidad. SIN CONFUNDIR LAS PERSONAS Nl DIVIDIR LA SUSTANCIA. Puesto que el Padre es una Persona, el Hijo es otra y el Esp�ritu Santo es otra; pero la Deidad del Padre, del Hijo y del Esp�ritu Santo es UNA, la Gloria igual, la Majestad co-eterna�.

 

c) Habiendo visto algo de la Biblia y tambi�n, en parte, del Dios de Karl Barth, ahora veamos su diablo.

 

�Si resumimos todo cuanto se alza en contra, calific�ndolo de poder de contradicci�n, sospecharemos lo que quiere decir la Sagrada Escritura con el diablo que habl�: �Conque Dios os ha dicho? �Es cierta la Palabra de Dios? Si se tiene fe, ser� posible dejar a ese diablo con un palmo de boca abierta.... (�Bosquejo de Dogm�tica�, p�g. 33).

 

Con esas palabras, Barth omite, si es que no niega, la cuesti�n de fondo de si el diablo ES O NO ES UN SER PERSONAL. Con su juicio a priori: Si resumimos todo cuanto se alza en contra, calific�ndolo de poder de contradicci�n; parece aventurar la premisa de que NO LO ES. Luego, parece hablar como en par�bola y hasta insinuar que la misma Escritura habla como en par�bola antes que de realidades, al decirnos: ...sospecharemos lo que quiere decir la Escritura con el diablo que habl�... Se puede concluir que, seg�n Barth, eso de diablo es meramente un modo de llamar a un poder de contradicci�n, que a su vez es un modo de calificar al resumen de todo cuanto se alza en contra.

 Excuso decir que el modernismo de todos los tiempos, siempre ha cuestionado o negado, la existencia real y la personalidad individual del diablo y de los demonios.

 Karl Barth, como vemos, es muy amigo de los MODOS: modos de expresarse, modos de ser, modos de interpretar, modos de llamar, modos de calificar...

 Pero sigamos espigando el pensamiento de Barth respecto del diablo y de paso respecto del infierno, del pecado y la muerte:

 

�...todo ese terreno y campo que llamamos el mal (la muerte, el pecado. el demonio y el infierno) no es la creaci�n de Dios, sino, m�s bien, lo que est� exclu�do por la creaci�n de Dios, o sea aquello a lo cual Dios ha dicho que no. Y si existe una realidad del mal, podr� ser solamente la realidad de esa exclusi�n y de esa negaci�n divina, la realidad a espaldas de Dios, ante la cual El pas� de largo, en tanto cre� al mundo y lo cre� bueno... Lo que no es bueno, tampoco ha sido creado por Dios y no posee el ser de lo creado, sino que si se le quiere llamar siquiera �ser� en lugar de preferir decir que �es lo que no es�, lo denominar�amos unic�mente, el poder del ser surgido de la potencia del No divino. No nos est� permitido buscar las tinieblas en Dios mismo; porque El es el padre de la luz�. (�Bosquejo de Dogm�tica�, pp. 87, 88).

 

Observemos que BARTH NO DICE LO QUE LA BIBLIA DICE EN CUANTO AL ORIGEN DEL DEMONIO. La Palabra de Dios nos informa que tanto Sat�n como los demonios, son ANGELES INDIVIDUALES, SERES REALES, CREADOS POR DIOS BUENOS EN GRAN MANERA, Y QUE LUEGO CAYERON DE SU ESTADO ORIGINAL, POR SU PROPIA VOLUNTAD Y CULPA. EL MAL TUVO SU ORIGEN EN EL PROPIO SENO DE SATAN, CUANDO ESTE, MIRANDO SU PROPIA HERMOSURA, ENORGULLECIOSE; ARDIO EN CODICIA: QUISO SER IGUAL A DIOS.

 

�Perfecto eras en todos tus caminos desde el d�a que fuiste criado hasta que se hall� en t� maldad�. (Ez. 28: 14, 15).

 

�Y a los �ngeles que no guardaron su dignidad, mas dejaron su habitaci�n, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran d�a�. (Ep. Jud. v. 6).

 

La Palabra nos habla del arc�ngel Miguel contendiendo con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Mois�s (Jud. v. 9) y ciertamente eso prueba la existencia real de un ser personal. S� el demonio no es un ser personal, entonces el Se�or Jes�s en el desierto fue tentado dentro de s� mismo por el mal, lo que implica que en el mismo Se�or hab�a entonces maldad, conclusi�n completamente antib�blica y blasfema.

 El espacio no nos permite desarrollar el cuadro b�blico respecto de Sat�n y los demonios, pero con lo dicho est� claro que la Biblia habla de ellos como seres reales creados buenos y que luego cayeron.

 KARL BARTH, EN CAMBIO, DICE OTRA COSA COMPLETAMENTE OPUESTA, QUE REEMPLAZA LOS REGISTROS DE LA BIBLIA CON UNA TEORIA DE SU INVENCION, AUNQUE PODRIAMOS HALLAR ALGUN PARALELO EN LA HISTORIA. Nos dice que: si existe una realidad del mal, comprendida en esa hipot�tica posibilidad la misma existencia del demonio, el tal demonio no posee el ser de lo creado y si se le quiere llamar siquiera ser en lugar de preferir decir que es lo que no es, lo denominar�amos unic�mente el poder del ser surgido de la potencia del No divino.

 Con esto, Barth se coloca no s�lo FUERA de la Biblia, sino CONTRA LA BIBLIA. Su teor�a se asemeja peligrosamente al Gnosticismo de los primeros siglos, que hablaba de ciertas emanaciones surgidas del Ser Supremo.

 PREGUNTAMOS: �Existe o no existe una realidad del mal? �Qu� clase de especie ontol�gica es ese demonio que es lo que no es? �Tiene Dios dividida Su Potencia, en la parte de Su S� con la cual cre� lo bueno y de Su No de la cual surgi� el mal? �Puede alguna parte de la Potencia de Dios y el mismo S� y No de Dios, ser entendidos como existentes o actuantes aparte o separadamente de la Persona y de la Voluntad de Dios mismo? �Qu� clase de Poder y cualidad moral posee eso que Barth llama potencia del No divino?; qu� facultad la impele a manifestarse y qu� resulta de su acci�n? �Surgieron de Dios, S� y No, luz y tinieblas bueno y malo?

 Entendiendo lo que Barth quiere decir, se concluye l�gicamente que: S� existe una realidad del mal, el demonio es impersonal (no posee el ser de lo creado sino que es lo que no es), y eso, es el poder del ser surgido de la potencia del No divino. Pero como esa Potencia y ese No son divinos, luego no pueden concebirse aparte o por separado del mismo Dios, de Su Persona y de Su Voluntad; de modo que, en �ltimo an�lisis, de la misma Persona y de la misma Voluntad de Dios, se suscit� el demonio (!!!); del mismo Dios sali� Luz por un lado y tinieblas por otro; lo bueno, creado; y lo malo, suscitado.

 Si nuestro pensamiento es coherente, concluimos que el tal demonio de la teor�a Barthiana, es absorbido, en �ltimo t�rmino, por el propio Dios de la misma teor�a. Y tal conclusi�n nos parece que encaja perfectamente en aquello que el pensador E. Y. Mullins defini� diciendo: �una forma de pante�smo idealista que cancela todas las formas de experiencia en un Absoluto que al fin las absorbe�.

 Aunque Barth diga luego: �No nos est� permitido buscar las tinieblas en Dios mismo; porque El es el padre de la luz�, no puede impedir que se arribe a aquella conclusi�n l�gica ineludible, aunque de fondo absurdo. En efecto, aun esta �ltima declaraci�n de Barth, aparentemente sensata, contiene elementos dudosos, pues no plantea una definici�n categ�rica que no permita dudas al respecto. Por el contrario, puede inferirse que hay tinieblas, pero no tenemos permiso para buscarlas. Y la raz�n que aduce: �porque El es el Padre de la luz�, tampoco arregla la cuesti�n, ya que la luz fu� creada por Dios, pero las tinieblas surgieron del No de Dios seg�n el propio Barth, y esto nos coloca otra vez en la anterior encrucijada del pensamiento barthiano, cuya �nica salida l�gica desemboca en el pante�smo. Muy distinto es el lenguaje de las Sagradas Escrituras, que dicen, s�, que Dios es el Padre de las luces (Stg. 1: 17), y tambi�n nos dicen, en forma terminante y categ�rica: �DIOS ES LUZ Y EN EL NO HAY NINGUNAS TINIEBLAS�. (1� Jn. 1: 5).

 Barth nos habla, adem�s, del mal como de la realidad a espaldas de Dios, ante la cual El pas� de largo. �Cu�n poco conoce de la Gloria de aquellas espaldas! �Mois�s que la vi�, baj� del monte con la faz resplandeciente! (Ver Ex. 33: l8- 23 y 34: 29, 30).

 Hermanos: la �nica profec�a con la cual comulgan estas teor�as barthianas del mal, no es b�blica sino filos�fica. Yo la encuentro en aquel otro alem�n vuelto loco, el fil�sofo NIETZCHE, quien en su libro �M�s all� del bien y del mal�, escribi�:

 �Ahora amigos m�os, unidos nosotros, seguros de la victoria, solemnicemos la fiesta de las fiestas. El amigo Zaratustra lleg�, lleg� el hu�sped de los hu�spedes. Ved, el mundo sonr�e, la niebla se disipa... SE DESPOSA LA LUZ CON LAS TINIEBLAS�.

 Y tambi�n hallo que la profec�a b�blica que le sale al paso, la clam� Isa�as, profeta del Dios Alt�simo:

 

�Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de s� mismos�. (Is. 5: 20, 21).

Tambi�n Pablo, ap�stol de Jesucristo, hab�a clamado:

 

��Que compa��a tiene la justicia con la injusticia? Y qu� comuni�n la luz con las tinieblas? �Y qu� concordia Cristo con Belial? (2� Co. 6: 14, 15).

 Ya Juan ap�stol hab�a denunciado el misterio abominable:

 

�Amados, no cre�is a todo esp�ritu, sino probad los esp�ritus si son de Dios: porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo�. (1� Jn. 4: 1).

 Hermanos: o�d nuevamente la voz apost�lica:

 

�Mirad que ninguno os enga�e por filosof�as y vanas sutilezas, seg�n las tradiciones del los hombres, conforme los elementos del mundo y no seg�n Cristo�. (Col. 2: 8).

 

Un Barthiano o Neo-ortodoxo, puede levantarse en una c�tedra o un p�lpito cristiano y decir: �Yo creo que la Biblia es Palabra de Dios�, y enga�ar a los simples que no saben o no entienden que aqu�l solo significa: como testimonio de Jesucristo, pero no porque la Biblia fue Inspirada por el Esp�ritu Santo.

 Un Barthiano puede decir: �Yo creo en el Dios Trino�, y subjetivamente entender tres modos de ser y no tres Personas distintas y un solo Dios verdadero.

 Un Barthiano puede predicar sobre el Diablo y el demonio, y subjetivamente entenderlo no como un ser o seres reales, personales, sino como especie monstruosa e irreal, abstracta y fant�stica, de algo que es lo que no es y creer que tales abominaciones surgieron, as� de abominables, de la potencia del No, del mismo Dios.

Un Barthiano puede usar con doble, triple o cu�druple sentido, tanto le da, cualquier terminolog�a fundamental b�blica y por lo tanto cristiana, que si no los discernimos en su error los aceptaremos por buenos, enga��ndonos miserablemente.

 Pero, a quienes los barthianos no enga�an, es a los modernistas consetudinarios. Estos saben bien que el Barthianismo no es m�s que NUEVO MODERNISMO. Es por eso que han aceptado a Barth casi al cien por ciento. Y ahora se nos presentan esos mismos modernistas de antiguo cu�o y nos dicen c�ndidamente que HAN CAMBlADO. Pero lo que no nos dicen, es que NO HAN ACEPTADO LA FE GENUINAMENTE BIBLICA, SINO LOS MODOS DE EXPRESION DEL BARTHIANISMO Y QUE, POR ELLO, SON MAS MODERNISTAS AUN QUE ANTES.

 Este actual modernismo es peor que el antiguo, porque el antiguo era franco y negaba abiertamente, mientras que el neo-modernismo se nos acerca con su baba sibilina y usa nuestros t�rminos cristianos y b�blicos para interpretarlos anticristiana y antib�blicamente.

 HERMANOS: escuchemos la profec�a que pregona:

 

�Y DESPERTARE TUS HIJOS, OH SION, CONTRA TUS HIJOS, OH GRECIA, Y TE PONDRE COMO ESPADA DE VALIENTE�. (Zc. 9: 13).

 Respetando toda ex�gesis, diremos que este texto establece, adem�s, una l�nea divisoria entre dos campos: por un lado, Grecia, simbolizando los sabios con la sabidur�a del mundo vuelta loca, la filosof�a, el racionalismo, la dial�ctica, la incredulidad; por otro lado, los hijos de Si�n, los hijos de la promesa, los hijos de Dios, los testigos de Cristo, los h�roes y m�rtires de la fe. Y como alguien ha dicho: HA LLEGADO LA HORA DE ELEGIR ENTRE LA TINTA DE LOS SABlOS Y LA SANGRE DE LOS MARTIRES. Ha llegado la hora de elegir entre la autoridad de los libros de Karl Barth y la Autoridad de los Libros del Esp�ritu Santo que integran la Biblia. Ha llegado, otra vez, la hora de elegir entre el Modernismo y la FE DE JESUCRISTO. �Esta es la hora de la batalla!

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�ESCOGEOS HOY A QUIEN SIRVAIS, QUE YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVA�. (Jos. 24: 15).

               �����



[1] �Shylok�, es un personaje de �El Mercader de Venecia�, de Shakespeare; un prestamista que oblig� a su deudor, con el compromiso de dejarse cortar una libra de carne de su propio cuerpo, si acaso no cancelaba su deuda en el plazo establecido.

[2] �De�smo�: falsa doctrina que aunque admite la existencia de Dios, lo entiende y presenta como totalmente desligado de la Creaci�n y exento de inter�s para con las escrituras. Niega toda clase de Revelaci�n.

[3] Hablando de la �Neo-Ortodoxia�, el propio Dr. B.Foster Stockwell nos dice que puede considerarse al te�logo ingl�s Peter Taylor Forsyth (1848-1921) con su �Teolog�a Positiva�, como un precursor,pues atacaba al liberalismo y al fundamentalismo a la vez. Pero reten�a los elementos de la cr�tica destructiva, pues negaba la inspiraci�n verbal y plenaria de las Escrituras, aunque ello en nada impide que el Dr. Stockwell recomiende a los pastores latinoamericanos el estudio de las obras de dicho te�logo, lo cual dice: �servir� grandemente para profundizar su pensamiento y hacer m�s evang�lica y b�blica su predicaci�n�. (�Cuadernos Teol�gicos�, 2� semestre 1952).