Testimonio
MUNDIAL Philadelphia |
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Por la verdadera unidad de los cristianos renacidos | |
“Juntadme
mis santos; los que hicieron conmigo pacto con sacrificio”
(Sal. 50:5) El
Testimonio Philadelphia es
un movimiento de Amor, cuyo propósito es testificar y promover a nivel
mundial la Unidad de la Hermandad en todo lo que la Palabra de Dios
establece en doctrina, práctica y testimonio, para los hijos de Dios. Levantado en el año 1966 por un grupo de iglesias e instituciones cristianas evangélicas de Argentina y Uruguay, que se habían apartado desde 1935 de las apostasías modernistas y ecuménicas, y que sintieron el llamado a la fidelidad al Señor, constreñidas por las demandas de la Palabra de Dios, se extendió a USA y Europa, llevando esta bandera: ¡AL SEÑOR, DEL TODO! ¡A LA BIBLIA, EN TODO! ¡Al
Señor, en plena sumisión! ¡A
la Biblia, en pleno acatamiento!
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Sus objetivos | |
1.
Testificar por la Doctrina Bíblica de la
Unidad Cristiana. 2. Promover la obediencia al mandato de la Unidad entre hermanos renacidos e iglesias locales que han obedecido la Doctrina Bíblica de la Separación, apartándose de las apostasías. 3. Identificar a nuestros hermanos en el mundo entero que tienen ese íntimo sentir y convicción. 4. Promover el Método Bíblico de Restauración de la Unidad a través de la oración, el estudio bíblico conjunto y el diálogo fraterno entre tales hermanos y congregaciones. 5. Promover en la vida y testimonio de hermanos e iglesias la fidelidad al Señor y a Su Santa Palabra (todo el Consejo de Dios): es decir, la manifestación de las características proféticas de la iglesia en Filadelfia (Ap. 3:7-13). 6. Redargüir a hermanos e iglesias que se han apartado de la Verdad. 7. Defender el Evangelio frente a los ataques que pretenden negarlo, tergiversarlo o disminuirlo.
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Características | |
FUNDAMENTAL: En sentido teológico, el término fundamental caracteriza al que cree, proclama y defiende los llamados “fundamentales de la fe”: inspiración e inerrabilidad de las Santas Escrituras; la Deidad del Señor Jesucristo, su nacimiento virginal, su muerte expiatoria y vicaria, su resurrección y ascensión corporal y su segunda venida. En otras palabras, la “sana doctrina” (Tit. 1:9), en oposición al pensamiento racionalista, liberal o modernista apóstata, los cuales, habiendo comenzado por cuestionar la Palabra de Dios, terminaron negándola (2ª P. 2:1-3). Ver Apostasías y Sana Doctrina NO DENOMINACIONAL: Posición que afirma la autonomía de la iglesia local, de gobierno teocrático, bíblico y congregacional, en comunión y cooperación mutua con otras iglesias fieles, pero contraria al espíritu y práctica denominacional o sectaria, que restringe la comunión de la hermandad cristiana evangélica fundamental dentro de los límites de una organización y/o un nombre y un cuerpo de doctrinas y prácticas comunes. En tales casos, cuando no prima el aislamiento (1ªCo.3:4), los vínculos entre tales “denominaciones” se caracterizan por cooperar en ciertos asuntos sin tratar las diferencias que los separan. Ver Denominacionalismo NO ECUMÉNICO: Posición contraria a la corriente de sincretismo religioso que pretende unir cristianos renacidos con católico-romanos, ortodoxos orientales, modernistas, otros profesantes y aún grupos no cristianos. Sus exponentes principales en el tiempo actual son el Consejo Mundial de Iglesias, el ecumenismo romano derivado del Concilio Vaticano II y la falsa unidad carismática. En tales casos el mandato del Señor es el de la separación (2ª Co. 6:14-18; Ap. 18:4). Ver Ecumenismo. PRO UNIDAD CRISTIANA: Promueve la Unidad Cristiana a niveles bíblicos plenos: unidad en doctrinas y prácticas en conformidad a la Palabra de Dios, bajo la guía del Un Espíritu que mora en los cristianos renacidos. Proclama la obediencia a la doctrina bíblica de la Unidad Cristiana y establece el método para alcanzarla (Jn. 17:21).Ver Unidad Cristiana© Copyright 2002,
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